La leche: alimento y actividad económica mundial
- El 1 de junio el mundo y CATIE celebran el Día Mundial de la Leche, con el fin de tratar temas relacionados con la producción del sector lácteo y el consumo de leche
1 de junio de 2022. El Día Mundial de la Leche, una fecha proclamada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), se celebra cada 1 de junio con el objetivo de resaltar la importancia del sector lechero en todo el mundo e incentivar el consumo de leche a nivel mundial. Un vaso de leche aporta aproximadamente un 30% de la dosis diaria de calcio recomendada, elemento imprescindible para la formación y desarrollo de los huesos. Contiene nutrientes necesarios para la vida y ácidos grasos, hidratos de carbono, proteínas y agua, por lo que se considera un alimento casi perfecto.
El sector lácteo de América Latina hace una importante contribución a la economía de la región, a la producción y exportación de productos de origen animal de alto valor nutricional, así como a la seguridad alimentaria y nutricional de comunidades urbanas y rurales. La mayoría de las fincas se organizan a partir del trabajo y presencia de la familia productora en las actividades productivas y alrededor de ellas se desarrolla una diversa industria, que abarca a prácticamente todos los países del mundo, generando empleos y bienestar a la sociedad dentro del sistema global de alimentos. El valor de la producción de leche, del total de la producción agrícola, se estima que representa entre el 8.5-10.5%
En la región Centroamericana, la actividad lechera se desarrolla mayormente en pequeñas fincas, las cuales en gran número hacen una contribución importante a la creación de empleo familiar que integra a mujeres y jóvenes, visibilizando el rol de esta población en la producción y contribuyendo a achicar las brechas de género en el sector rural latinoamericano, a través del empoderamiento de la mujer.
“A pesar de la importancia de la actividad lechera existen retos e incertidumbres importantes como la persistencia de los altos precios de los insumos para la producción de leche (resultado de la COVID-19 y el conflicto Ucrania-Rusia), que incrementa los precios de los combustibles y dispara la tasa de cambio. Adicionalmente, muchos productores medianos y pequeños dependen de insumos externos para mantener su producción, lo cual afecta sus indicadores de rentabilidad y productividad. Lo anterior, se agrava con las tendencias de las anomalías climáticas (sequía, inundaciones, temperatura extrema) que comprometen la producción futura”, comentó Felipe Peguero, investigador de la Unidad de Ganadería y Manejo del Ambiente (GAMMA) del CATIE (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza).
Con el propósito de hacer frente a estos retos e incertidumbres, el CATIE realizó el 1 de junio un intercambio de experiencias en su lechería con personas productoras de leche de Turrialba y Cartago, en Costa Rica, sitios de importancia en la producción de leche y queso del país.
A través de este intercambio, las personas productoras de leche que participaron aprendieron acerca de buenas prácticas ganaderas, entre ellas, manejo de pasturas y árboles, manejo del hato ganadero, así como aspectos ambientales y climáticos relacionados con la producción de leche.
De acuerdo con Claudia Sepúlveda, líder de GAMMA del CATIE, el propósito de promover buenas prácticas y tecnologías silvopastoriles en la actividad lechera es la producción de leche de calidad e inocua, a partir de animales sanos y en armonía con el ambiente y el cuidado de los recursos naturales.
“Compartimos con las personas productoras de leche sobre las buenas prácticas y oportunidades de mejoramiento de producción lechera mediante un ejercicio práctico en la finca del CATIE. Esto como una manera de conmemorar la importancia que tienen las actividades que se realizan en el sector lácteo”, afirmó Alejandro Molina, administrador de la finca lechera del CATIE.
Además, los productores y productoras participaron en un conversatorio en el que se discutieron acciones para mejorar la eficiencia de los sistemas de producción lechera y una charla relacionada con el papel de la mujer y la juventud en las actividades productivas lecheras.
“Muy interesante el intercambio de experiencias porque conocimos las investigaciones que ustedes realizan y la experiencia también de los otros compañeros productores. En mi caso personal, yo estudié Agronomía en los años 80, mi papá no quería que yo estudiara Agronomía porque decía que no era una carrera de mujeres, con el tiempo él se dio cuenta que si le podía ayudar, fui la mano derecha de él por varios años. Me he encontrado con mucho machismo en este trabajo, cuando empecé en las lecherías para que los empleados siguieran mis indicaciones tenía que demostrarles en la práctica que yo sabía y tenía el conocimiento técnico de cómo se hacían las actividades. Actualmente, la finca que tenemos la trabajamos mi esposo y yo, yo me encargo de todo lo que es producción y reproducción y él está a cargo de los silos y las pacas, de los empleados y del mantenimiento de los potreros. Tenemos una distribución de funciones”, comentó Silvia Ivankovich, productora de leche.
Froylan Garita, productor de leche participante, señaló que fue un espacio muy provechoso pues aprendió y conoció otras experiencias, las cuales él puede aplicar en su finca para mejorar su actividad productiva.
Otro objetivo que se persiguió con el intercambio fue compartir con los productores y las productoras que la producción de leche puede ser sostenible y rentable, viendo las acciones y prácticas implementadas en la finca lechera del CATIE.
“Existen un gran número de estrategias para lograr mayor sostenibilidad de forma rentable. Los sistemas silvopastoriles han demostrado ser una estrategia viable para mejorar los indicadores económicos, ambientales y sociales, además de reportar beneficios para reducir impactos del cambio climático vinculados a la emisión de gases de efecto invernadero, y beneficios de captura de carbono en la atmósfera. En general, el CATIE promueve buenas prácticas, las cuales deben abarcar áreas relacionadas con el manejo del suelo, el recurso agua, la protección de las áreas de bosques, la gestión del estiércol, el cuidado de la sanidad y nutrición animal, el bienestar animal, la higiene del ordeño y la gestión socioeconómica de la actividad”, indicó Sepúlveda.
Mayor información:
Claudia J. Sepúlveda L.
Líder
Unidad de Ganadería y Manejo del Ambiente
CATIE
Redacción:
Karla Salazar Leiva
Comunicadora
Tecnología de Información y Comunicación
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