El CATIE se une a territorios indígenas para la conservación de semillas
- En alianza con el Programa “Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO” y Fundecooperación para el Desarrollo Sostenible, el CATIE visitó los territorios de Buruca y Térraba para conversar sobre agrobiodiversidad.
18 de mayo de 2022. En el marco del proyecto “Fortalecimiento de capacidades en la producción de semillas para una agricultura adaptativa y resiliente” (ADAPTA2+), el cual es coordinado por Fundecooperación para el Desarrollo Sostenible y la Oficina Nacional de Semillas en conjunto con el CATIE (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza), se desarrollaron una serie de talleres prácticos con las comunidades indígenas de Boruca y Térraba, ubicadas en la zona sur de Costa Rica.
Las actividades se llevaron a cabo durante dos días y en alianza con organizaciones de ambos territorios. En el caso de Boruca, se trabajó con un total de 22 personas junto con la organización Asobrunca; y en Térraba se contó con la participación de 15 personas y el apoyo de la agrupación de mujeres Mano de Tigre.
A través de un intercambio de conocimientos sobre la agrobiodiversidad, las y los participantes manifestaron su interés en establecer un banco de semillas en dichos territorios para sus principales cultivos, al mismo tiempo que les permita fortalecer la conexión ancestral y cultural que ha persistido en sus comunidades y suelos.
Asimismo, se desarrollaron charlas sobre la determinación de la humedad de las semillas y su conservación a largo plazo, las cuales estuvieron a cargo de William Solano, investigador en recursos fitogenéticos del CATIE, y Daniel Fernández, técnico del banco de germoplasma del Centro.
“La idea de realizar este trabajo conjunto con las comunidades indígenas es rescatar muchos materiales de interés, de darle ese gran valor a todo un conocimiento ancestral que existe y milenario de las comunidades indígenas (…) para que haya un mayor empoderamiento de las semillas como un insumo fundamental para la agricultura, pero también como un insumo esencial para la alimentación”, resaltó Arturo Valenciano, gestor de proyectos en Fundecooperación.
La organización de ambos talleres también buscó funcionar como una retroalimentación múltiple, donde tanto el CATIE como los territorios indígenas y las personas facilitadoras del proyecto, aprendan a construir un nuevo conocimiento para cimentar las bases del trabajo en conservación de semillas para la seguridad alimentaria. A su vez, lograr que estos procesos sean sencillos, replicables y sin un alto costo económico que permitan implementar bancos de semillas en diferentes territorios del país.
Durante ambos talleres, el CATIE hizo entrega de 20 muestras de semillas criollas de su banco de germoplasma, entre las cuales se encontraban maíz, chile, tomate, ayote, frijol y jícama; algunas de ellas fueron colectadas en la zona sur durante la década de los 70. Además, se entregaron tres variedades de chile dulce traídas de Taiwán, mismas que han mostrado buena adaptación y productividad en estas zonas del país costarricense.
“Creo que es muy importante trabajar, dentro de toda esta temática de cambio climático y dentro de toda esta escasez de alimentos que se va a presentar, el fortalecimiento de todos estos agricultores, y qué mejor manera de hacerlo que con la práctica de conservación de semillas locales”, concluyó Valenciano.
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William Solano
Researcher in Plant Genetic Resources
Agroforestry and Coffee and Cocoa Genetic Improvement Unit
Written by:
Dannia Gamboa Solís
Communications Assistant
Information Technology and Communication